Cada vez es más frecuente oír hablar de la necesidad de incorporar nuevas técnicas organizativas en los despachos que permitan optimizar los recursos de los que disponen. Se plantea, incluso, la idoneidad de trasladar a las firmas legales técnicas de gestión por proyectos, o project management, habituales en otros ámbitos como la ingeniería, el desarrollo de sistemas informáticos o los procesos industriales de fabricación. El objetivo es mejorar la productividad sin perder calidad, ofreciendo a los clientes una mejor respuesta, más ágil y con menor coste para la firma.
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