Por Juan Francisco Thomas, abogado especializado en Derecho Corporativo y M&A.
Las fusiones y adquisiciones (M&A) en Argentina no solo se ven influenciadas por factores locales, como la inflación o la política económica interna, sino también por un escenario global que, aunque en ocasiones parezca distante, tiene un impacto directo e inmediato. En un contexto donde las decisiones empresariales deben considerar tanto las tensiones internacionales como las fluctuaciones económicas globales, el entorno económico mundial se convierte en un factor clave que redefine el panorama de las transacciones corporativas.
El océano incierto: ¿Navegar o hundirse?
Imaginemos a una empresa argentina como un navegante que se adentra en un océano económico incierto, con vientos globales que soplan con fuerza. La reciente subida de tasas de interés en economías desarrolladas ha encarecido el crédito internacional, reduciendo las posibilidades de financiamiento para las empresas argentinas, que ya enfrentan desafíos internos. A esto se suma la inflación mundial, que devalúa el poder adquisitivo y afecta las valoraciones de activos.
Sin embargo, en medio de la tormenta, emergen islas de oportunidad. Por ejemplo, sectores como las energías renovables, donde la demanda global está en auge, permiten que las empresas argentinas encuentren refugio, navegando con mayor seguridad a pesar de las turbulencias macroeconómicas.
La guerra comercial global: ¿Amenaza u oportunidad?
La guerra comercial entre grandes potencias, como China y Estados Unidos, ha transformado las reglas del juego global. En este escenario, las empresas argentinas, a menudo vistas como pequeñas piezas en un tablero gigantesco, enfrentan desafíos inmediatos. Las políticas proteccionistas y las sanciones impuestas pueden alterar las relaciones comerciales y dificultar las transacciones internacionales.
No obstante, mientras el mundo observa este choque titánico, los analistas coinciden en que el verdadero desafío no es evitar la tormenta, sino aprender a aprovecharla. Startups argentinas especializadas en inteligencia artificial, ciberseguridad y biotecnología están posicionándose como actores clave en una arena global cada vez más digitalizada. En este nuevo contexto, las fusiones y adquisiciones en estos sectores podrían convertirse en una de las mayores oportunidades de la década.
El impacto invisible de la inflación global
Las fluctuaciones en la inflación global, que han marcado el ritmo económico mundial, también tienen repercusiones profundas en el mercado local de M&A. Los precios de los activos se ajustan rápidamente, lo que obliga a los compradores a revisar sus estrategias de valoración y a ajustar sus expectativas.
Un dato revelador: mientras las fusiones y adquisiciones en Argentina han caído un 30% en los últimos tres años, el interés por el sector de las energías renovables ha crecido un 50%. Esta tendencia refleja un movimiento global: los inversores están cada vez más enfocados en empresas que no solo sobrevivan a la tormenta económica, sino que estén posicionadas para liderar el cambio hacia un futuro más sostenible.
Nuevas alianzas, nuevos horizontes
Los acuerdos de M&A no solo representan una forma de superar los desafíos globales, sino también una oportunidad para forjar nuevas alianzas estratégicas. Las tendencias globales de sostenibilidad, la acelerada digitalización y la creciente demanda de energías renovables están impulsando a las empresas argentinas a ver las fusiones y adquisiciones no solo como una vía para expandirse, sino como un puente hacia mercados internacionales. En este contexto, las grandes multinacionales están cada vez más dispuestas a considerar a Argentina como un hub clave en América Latina.
Mirando más allá de la tormenta
La economía global, con su volatilidad e incertidumbre, está reconfigurando el mercado de M&A en Argentina. Sin embargo, más allá de los riesgos evidentes, existe un mundo de oportunidades para las empresas dispuestas a adaptarse y explorar nuevos horizontes. Al igual que el navegante que aprende a leer las olas del mar, las empresas argentinas tienen ante sí la posibilidad de convertir los desafíos globales en trampolines hacia un futuro próspero, especialmente en sectores emergentes y estratégicos.